Si has notado que tu gato cojea pero salta o corre sin problemas, es normal sentir confusión acerca de la gravedad de la situación. Este comportamiento aparentemente contradictorio es muy frecuente en los felinos, pero no debe ser ignorado. Comprender las causas de cojera en gatos que siguen activos es fundamental para saber cuándo llevar tu gato al veterinario y actuar a tiempo.
Los gatos son expertos en ocultar el dolor, una habilidad evolutiva que ayudó a sus antepasados salvajes a sobrevivir sin parecer vulnerables ante depredadores. Este instinto, junto con la adrenalina que se libera durante el juego o momentos de emoción, puede hacer que un gato siga haciendo vida normal pese a una lesión.
Causas comunes de cojera en gatos activos
Lesiones de tejidos blandos
Pequeños esguinces y distensiones son factores de riesgo de cojera felina y suponen un motivo habitual de mi gato cojea y corre o juega. Este tipo de lesiones suelen originarse por aterrizajes torpes o juegos muy intensos. Aunque el gato pueda proteger la pata afectada al caminar, las diferentes mecánicas de correr o saltar pueden no desencadenar la misma respuesta dolorosa y por eso cuesta percibir el problema.
Problemas articulares y artrosis
La artrosis en gatos síntomas o la inflamación de las articulaciones en fases iniciales generan cojera intermitente en gatos, especialmente tras periodos de reposo. Muchos felinos parecen estar bien mientras juegan y sus articulaciones están calientes y llenas de adrenalina, pero luego presentan molestias, rigidez o mi gato anda raro de una pata.
Problemas en las patas
Gato cojeando sin dolor aparente es algo común cuando existen objetos extraños, cortes, gato con uñas dañadas o heridas leves en las almohadillas. Estas molestias pueden causar dolor al andar pero no afectan tanto durante el salto o la carrera. Es fundamental prestar atención y realizar una limpieza de pata en gatos para detectar esas pequeñas lesiones.
¿Cuándo preocuparse?
Asistencia veterinaria inmediata
Acude de inmediato a tu veterinario si observas:
- Cojera severa o repentina (mi gato cojea de repente)
- El gato no apoya una pata o tiene incapacidad para soportar peso
- Hinchazón visible, heridas o gato con herida en la pata
- Signos de infección: calor, enrojecimiento, secreciones
- Cambios de comportamiento como agresividad, aislamiento o signos evidentes de dolor (signos de dolor en gatos)
Situaciones de observación y espera
Vigila a tu gato durante 24-48 horas si:
- La cojera es leve y gato cojea y juega normal
- El resto del comportamiento es habitual
- No hay heridas visibles ni fiebre
- Tu gato come y utiliza el arenero con normalidad
Cuidados en casa y evaluación
Examen inicial
Haz una valoración cuidadosa de la extremidad afectada teniendo en cuenta cómo revisar la pata de un gato:
- Busca cortes o heridas punzantes (gato con herida en la pata)
- Fíjate en posibles cojear por objeto clavado o inflamaciones
- Verifica si existen objetos atascados entre los dedos (limpieza de pata en gatos)
- Observa si hay uñas dañadas, rotas o desgarros
- Observa si hay sensibilidad excesiva al tacto o incomodidad
Cuidados de apoyo
Mientras controlas a tu gato en casa:
- Limita su actividad siempre que sea posible
- Dale acceso fácil a comida, agua y arenero
- Qué hacer si mi gato cojea: nunca administres medicación humana
- Mantén al gato dentro de casa para evitar lesiones mayores
Prevención de futuros problemas
Algunas medidas para prevenir lesiones en gatos y minimizar el riesgo de cojera incluyen:
- Mantén el peso ideal de tu gato
- Proporciónale rascadores y estructuras para trepar adecuadas
- Realiza cortes de uñas periódicos y revisión de las patas
- Acude a revisiones veterinarias regulares
- Adapta la casa si tienes un gato mayor o con movilidad reducida
Preguntas Frecuentes
¿Por qué mi gato cojea pero sigue saltando?
Los gatos pueden disimular el dolor y continuar saltando o corriendo pese a lesiones leves o molestias articulares. Además, la adrenalina y las diferencias en la forma de moverse pueden hacer que el dolor sea menor al saltar o correr que al caminar despacio.
¿Cuáles son las principales causas de cojera en gatos activos?
Lesiones de tejidos blandos, golpes, artritis, heridas en las patas o la presencia de objetos extraños son las causas más comunes, además de esguinces o uñas dañadas.
¿Cuándo debo llevar a mi gato cojo al veterinario?
Si la cojera es severa, existe hinchazón, herida visible, fiebre, dolor intenso, no apoya la pata o la cojera dura más de dos días. También si hay cambios de comportamiento.
¿Cómo examinar la pata de un gato que cojea?
Revisa suavemente la extremidad buscando heridas, cortes, bultos, calor o hinchazón, y objetos atrapados entre los dedos o debajo de las almohadillas. Observa también las uñas y reacciones de dolor.
¿Qué síntomas pueden indicar que la cojera es grave?
Incapacidad de apoyar la pata, comportamiento agresivo o retraído, letargo, pérdida de apetito o fiebre son señales de que la situación requiere atención veterinaria urgente.
¿Puede la artritis causar cojera intermitente en gatos jóvenes?
Sí, la artritis o problemas articulares pueden ocasionar que el gato cojee solo en algunos momentos, sobre todo tras un periodo de descanso o al incorporarse.
¿Qué hacer en casa si mi gato cojea levemente pero está activo?
Limita su actividad, obsérvalo durante 24-48 horas, verifica que siga comiendo y usando el arenero y nunca le des medicación humana. Mantenlo en casa para evitar empeorar la lesión.
¿Qué heridas en la pata pueden llevar a cojera en gatos?
Cortes, uñas rotas, objetos clavados o quemaduras pueden causar que el gato cojee al caminar, aunque al saltar o correr la molestia sea menor.
¿Qué medidas ayudan a prevenir cojeras en gatos domésticos?
Un buen control de peso, revisiones veterinarias periódicas, corte correcto de las uñas y evitar situaciones de riesgo o caídas ayudarán a reducir lesiones y cojera.
¿Cuándo una cojera en el gato puede deberse a un problema neurológico?
Si existen alteraciones como incoordinación, debilidad, cambios extraños de comportamiento o dificultad para sostenerse, pueden ser causas neurológicas de cojera felina y se recomienda consulta veterinaria especializada.